martes, 17 de marzo de 2020

Aislamiento heroico

Llevamos tres días de aislamiento, tres días en estado de guerra descarnada contra el virus. Por ahora la gente lo lleva bien o relativamente bien, aunque muchas personas tienen dificultad para adaptarse a esta nueva vida de extraño recogimiento, en la que pocos están entrenados. Se ha trabajado mucho y bien el tema de la concienciación, se han introducido términos bélicos y solidarios para conseguir objetivos, nos han inculcado que se trata de una batalla dura en la que nos jugamos la supervivencia, a la que nos presentamos como voluntarios forzosos para vencer entre todos a un enemigo peligroso. Se ha extendido entre la población el convencimiento de que la gran hazaña que vamos a protagonizar consiste en dejar que pase el tiempo y mientras tanto lavarse frecuentemente las manos, que en esta ocasión el heroísmo consiste en estar tranquilamente en casa y que la estrategia bélica más eficaz que vamos a poner en marcha para lograr la victoria consiste en no acercarse a nadie a menos de un metro. La gente está dispuesta a luchar, hay pocos desertores. Parte del programa incluye que vitoreemos diariamente desde la retaguardia a los que combaten por nosotros en primera línea (personal médico y de enfermería, fuerzas armadas, intendencia). Por ahora todo funciona. Hay que dejar que pase un poco de tiempo y que empiecen a flojear las fuerzas para comprobar con qué animo se afronta el tramo final — presumiblemente complicado— hasta lograr la rendición definitiva del enemigo. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Que se mueran los viejos

       No, no es que quiera que se mueran los viejos ni las viejas ni mucho menos yo, que según todos los cánones de esta sociedad clasista,...