domingo, 31 de diciembre de 2023

Un año especial

    Atrás queda un año que a mí me ha señalado especialmente, un año salpicado de dudas ruidosas y tensiones existenciales, de sinsabores y contrariedades inesperadas, un año agitado pero al que, en el fondo, estoy agradecido. 

    El que me hayan detectado un cáncer en 2023 le dejará marcado para siempre en mi calendario como un año con sabor amargo, pero para mí también ha sido un año amable que, por suerte, me ha permitido redescubrir la mirada cercana de la gente querida, que me ha servido además para volver a sentir con claridad mis aletargados latidos más profundos y un año, en fin, en el que he encontrado nuevos rincones encantadores en los ásperos caminos por los que discurro. Son regalos importantes que compensan la amargura inicial. 

    Yo no quiero esperar que el nuevo año me llene de venturas y prosperidad como se suele desear. A mí me resulta suficiente con que me permita seguir convencido de que incluso sabiendo que la historia se puede acabar en cualquier momento el porvenir es largo. 

Descorchemos con alegría un año nuevo

    Ya no queda nada para rematar el año, el número 23 de este siglo, un año que a mí me ha señalado especialmente pero que ninguno sabremos olvidar, un año de dudas innecesarias, de masacres estúpidas, de represión, de tensiones políticas, de guerras impensables, de agitación continua, de desgracias extraordinarias, de quebrantamiento de los derechos humanos y de insultos groseros desde todas las esquinas; un año con sabor amargo en el que las posibles alegrías se han visto aplastadas por la amargura de las desgracias.

  Termina así de mala manera este año de amenazas globales y de confrontaciones mundiales que nos hacen dudar del futuro, un año abundante en rabia, repleto de indignación, un año de desacuerdos, de cansancio, de hartura, incluso de pánico. Por suerte, en circunstancias tan desastrosas sentimos con fuerza lo más íntimo, los latidos del alma, lo mucho que necesitamos el apretujón entrañable, el calor reconfortante del cariño y la mirada cercana de nuestros amigos.  

    Felices Fiestas a todos los que nunca fallan, a todos aquellos que son capaces de arrimar el hombro cuando alguien necesita apoyarse. Mi único deseo para este nuevo año es que nos recompense del maltrato sufrido en el que termina y nos regale amplificados todos esos abrazos que tanto necesitamos. 

sábado, 23 de diciembre de 2023

Leer más para ser más felices

    Me gusta leer. Nunca he sido un lector voraz pero siempre me ha resultado gratificante la lectura. He tenido la sensación de que leer me hace más rico, más abierto y más feliz. 

    Ahora me entero de que en 1979 el Frente Sandinista de Liberación Nacional de Nicaragua, tras derrocar al régimen somocista y comprobar que un 52% de la población no sabía leer ni escribir puso en marcha una Cruzada por la alfabetización como herramienta imprescindible para revertir la vergonzante situación de ignorancia y atraso de la población, que impedía tomase conciencia de la crisis y del momento caótico en el que estaba sumido el país. En el fondo se trataba de introducir en la realidad social de Nicaragua a los miles de campesinos, a cuyos ojos se había mantenido oculta por el somocismo durante cuarenta años. 

    ¡La lectura no como instrumento para la formación personal sino como arma revolucionaria! Leamos más y seamos más felices. ¡¡Viva la lectura!!

viernes, 22 de diciembre de 2023

Papá Rodolpho Nöel

    Estamos en Navidades. Anteayer en la cama fragüé la idea de proponer a mis amigos la realización de una colecta para enviarle algo de dinero a un muchacho beninés, Rodolpho, al que conocí hace años, que lucha por conseguir algo positivo para la gente marginal de su tierra, niños abandonados, gente sin recursos, leprosos, jóvenes en peligro de exclusión, etc. Una tarea encomiable.
    Dicho y hecho. En 48 horas la respuesta de mis amigos fue alucinante y nos permitió reunir una cantidad de dinero que, aunque aquí no sea un dineral, puesta en Benín supone un mundo de posibilidades para esa gente. 
    Yo me siento muy orgulloso, pero no solo por el resultado de esta iniciativa solidaria de Rodolpho, sino por comprobar que estoy rodeado de gente maravillosa, que tengo mucha suerte y que la vida a estas alturas me sigue dando grandes alegrías.

domingo, 17 de diciembre de 2023

Convivir con la enfermedad

    Cuando somos chavales y estamos sanos, la posibilidad de convertirnos en enfermos, el vernos con bastones o en silla de ruedas es algo que no nos parece posible, algo que a nosotros no nos puede ocurrir. En la juventud, ya más conscientes de que en algún momento nos pueda alcanzar una enfermedad que nos limite, nos rebelamos y nos decimos que exprimiremos hasta la última gota de nuestra vitalidad. En la madurez, aunque no hayamos tenido ningún achaque y sin necesidad de que nos haya atacado en el camino algún mal traicionero, comprobamos que la salud no es intocable y que el cuerpo se debilita con el tiempo y el uso. En cualquier momento alguna pieza de la máquina puede fallar. 
    Un día, mientras nos lavamos los dientes, nos damos cuenta de que algo no funciona, hay alguna avería interna, algún mecanismo tiene dificultades para continuar. Estamos enfermos. El joven que llevamos dentro llora por el abandono injusto de la salud eterna mientras esa persona madura que somos se frena ante la llegada del inesperado achaque. 
    El arte de saber convivir con la enfermedad no es sencillo, entre otras cosas porque nadie nos enseña las claves para aprender a hacerlo. El malestar continuo y el quehacer diario no son fáciles de compatibilizar. La merma que suele producirse, física, mental y anímicamente, hace complicada esa coexistencia. Nuestra mente juega entonces un papel fundamental. El cuerpo podrá estar debilitado, pero si el malestar que padecemos no nos afecta a la mente, en nuestras manos está fortalecerla día a día para afrontar con éxito la situación y ganar la batalla.

lunes, 11 de diciembre de 2023

El gran peligro del tiempo festivo

El tiempo festivo era originariamente un tiempo de relajo, un paréntesis de tranquilidad y reflexión en nuestra agitada vida laboral, que nos permitía disfrutar sin prisas del ocio, apreciar la belleza que siempre nos rodea, e incluso aspirar a algo parecido a la felicidad, un recordatorio del sentido de nuestra existencia. Hoy hemos perdido totalmente el rumbo. Creemos que el escape a la miseria de lo cotidiano podemos lograrlo con una sobreabundancia de estímulos en esos periodos, llámense Halloween, Navidades, Semana Santa, Puentes o Vacaciones. Ese tiempo festivo que antes era tiempo de relajo, lo rellenamos ahora con viajes vertiginosos, espectáculos de cualquier tipo, jornadas gastronómicas sin disfrute, museos sin interés, visitas aceleradas a todos los centros comerciales o catas de vinos al azar. Todo un error. Como muestra ahí están esos macrofestivales musicales veraniegos, en los que no importa ni la calidad de la música, ni el repertorio, ni la interpretación. Lo que se busca es el jolgorio compartido, divertirse como sea hasta la extenuación, rellenar esos eventos con todo lo que escasea en los anodinos días no festivos. En el fondo se trata de un simulacro de vida feliz donde priman los instintos más básicos; alimentarnos y beber hasta perder el sentido, consumir como si no hubiera un mañana y tratar así de dotar a nuestra vida de un sentido del que carece. El signo maléfico de estos tiempos de prisa irremediable y de distanciamiento de la reflexión es que nos aleja del significado original del tiempo festivo, nos impide encontrar claves para transformar lo cotidiano en algo más que una mera supervivencia y no nos deja recordar porqué vivimos, para qué respiramos y en qué consiste la existencia.

miércoles, 29 de noviembre de 2023

¿Llega el momento de pensar o repetimos el pasado?

    Es más que dudoso que todos estos jóvenes poco ilustrados que han estado un mes incendiando la calle gritando máximas de un calibre tan ingenioso como “Pedro Sánchez, hijo de puta”, a cuya melódica sinfonía se adhería también la presidenta de la Comunidad de Madrid, se paren a pensar en lo que dicen. 
    
    Avanzamos sin remedio hacia una sociedad de impensantes, de repetidores de frases manidas que pierden significado tras tanto usarlas, de atolondrados que recitan de memoria textos que jamás han cuestionado y muchas veces ni siquiera han entendido, pero que la reiteración y la repetición han hecho de ellos la única verdad. A lo mejor es el momento de pensar, no de repetir.

     Decía Platón que la gente cuya única referencia del mundo que les rodea son las sombras que la realidad proyecta en el muro que tienen ante sus ojos, una vez liberados de sus ataduras seguirán convencidos de que la realidad son las imágenes que de la misma han estado contemplando toda la vida. Nadie les podrá convencer de lo contrario. A estos chicos les pasa lo mismo, han estado mucho tiempo en la caverna.

    En esa misma línea sería muy interesante que Vox y PP digiriesen de una vez que el Gobierno recién constituido es totalmente legítimo y democrático y que no le negasen el aplauso a la presidenta del Congreso tras el discurso inaugural de apertura de la XV legislatura. Tampoco estaría nada mal que a Erc, Bildu, Junts y Bng se les encendiese una lucecita en el cerebro que les permitiese discernir entre el dejar constancia de su republicanismo y su rechazo a la monarquía y su obligación de respetar con una postura decorosa los actos en los que interviene la institución de la que han decidido formar parte. ¿Será el momento de pensar?

martes, 21 de noviembre de 2023

Coronavidad 2023

    Acabadas las vacaciones veraniegas, pasamos ese tiempo festivo importado llamado halloween y nos invaden sin solución de continuidad las fiestas navideñas. La pandemia de la Navidad se extiende con rapidez. Zombies, telarañas y esqueletos han dado paso a papá noeles y abetos artificiales. En los medios de comunicación la llegada del coronavidad 2023 eclipsa los enfrentamientos entre progresistas de pro y ultraconservadores del ayer, para recomendarnos antivirus en forma de colonias maravillosas y coches de alta gama. También chupa pantalla la lucha de diferentes ayuntamientos contra el vigués Abel Caballero por hacerse con el récord del árbol de Navidad más grande del mundo. Ansia de luces y fiesta. La razón inicial que propaga este virus festivo es que el aburrimiento de la vida cotidiana necesita distracciones y trata de aprovechar los aires de fiesta que se viven. Al no poder mantener la distancia de seguridad con nuestro yo más razonable, va a inocularnos fácilmente el veneno comercial que nos obliga a consumir lo que no necesitamos. Al final, hartos de comprar, de comer y de beber, el coronavidad 2023 nos dejará como secuela la sensación de no poder llenar el vacío cotidiano. La mejor manera de no contraer la enfermedad y librarnos definitivamente del virus pasaría por ir añadiendo colores a la paleta de nuestra actividad diaria y que el ocio del que disfrutamos nos acercase a la creatividad, no a la inversión. Eso nos ayudaría a cambiar como personas, a no necesitar tanta fiesta contaminante y a ser más felices.

lunes, 20 de noviembre de 2023

Una tarde curiosa

Aquella tarde vino a recogerme una celadora para bajarme al quirófano. Me sorprendió que no viniese Alfonso, el celador que me había bajado otras veces y me alegré de que hubiese alguna mujer en un puesto tradicionalmente ocupado por hombres. La camilla discurrió con agilidad por los diferentes pasillos. Al llegar al quirófano me recibió la doctora Pinto, la jefa del equipo, que me explicó cómo se iba a llevar a cabo el implante de la endoprótesis que ya me habían anunciado la doctora Yagüe, mi internista y la doctora Soriano, mi oncóloga. Después me presentó a la doctora Gayoso, la jefa de anestesiología, que me apuntó las líneas básicas que seguiría durante la operación. La enfermera jefe, Patricia, y alguna de sus ayudantes me pasaron de la cama a la mesa de operaciones. Mientras me preparan me doy cuenta de que todas son mujeres en este proceso. Me encanta por excepcional y lo digo. Comento que acabo de publicar un libro de fotografía titulado “Enfocando a la mujer silenciada”, con ánimo de poner en evidencia que en el mundo se le siguen otorgando a la mujer roles secundarios. Me preguntan si soy escritor. No, como mucho un aficionado a la fotografía que escribe. Dicen irónicas que van a proponer a la dirección que se le ponga al quirófano mi nombre. Sonrío. La anestesia hace efecto. Noto que encantado me duermo.

miércoles, 15 de noviembre de 2023

Escritura enlatada


Caligrafía en conserva.

Libros que agonizan de tristeza, estilográficas que lloran abandonadas.

Lápices mudos, libretas sin voz, folios sin alma.

Hoy se han vuelto emoticonos lo que antes eran palabras.

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Nuestros primeros pasos nos llevan a la escuela primaria para aprender a leer y escribir. La lectura y la escritura son las armas fundamentales para llegar a ser adultos independientes, para fomentar un espíritu crítico que nos permita ser dueños de nuestros actos. ¡Manifestémonos en contra de su arrinconamiento!

domingo, 12 de noviembre de 2023

Hay que leer más

    Por casualidad cae en mis manos “Lectocracia: una utopía cívica”, un libro interesante que, en síntesis, propugna el poder de la lectura como fundamento del espíritu crítico para entender el pasado, interpretar el presente y delinear el futuro, para ayudarnos a decidir por nosotros mismos, para crecer en independencia personal y poderse desvincular de los tópicos que circulan a nuestro alrededor. 
    A la pocas páginas inevitablemente relaciono la lectura con los exaltados que estos días reparten por las calles de Madrid consignas de rabia, mensajes bélicos y cánticos de odio. Pienso de verdad que estos agitadores compulsivos son unos iletrados, no leen, no se preocupan por indagar, simplemente repiten algo acuñado que se les ha quedado clavado un día en la memoria y que no cuestionan. 
    La lectura es la base del conocimiento, lo que nos convierte en pensadores, en personas independientes. Uno no puede ser muy instruido si pretende combatir la dictadura a la que supuestamente nos lleva Pedro Sánchez entonando el Cara al sol y con vivas a Franco. Ni se puede invocar la libertad de expresión para poder soltar barbaridades a diestro y siniestro y al tiempo zarandear a los periodistas que quieren expresar lo que están viviendo. Todos contra la ley de amnistía aunque no parece muy sensato estar en contra sin ni siquiera haberla leído. Hay que leer más para ser más libres, más sensibles y más reflexivos. 

martes, 7 de noviembre de 2023

La democracia tiene dueños

    En la antigua Atenas, la cuna de la democracia, allá por el siglo V a.C. las decisiones políticas se tomaban en asambleas abiertas donde los ciudadanos tenían la oportunidad de debatir, deliberar y votar directamente sobre cuestiones de importancia. No había intermediarios, y la transparencia y la participación eran fundamentales. Hoy, 2500 años después, inevitablemente la democracia se ha vuelto más compleja y obligatoriamente representativa. Aunque en teoría ha evolucionado tratando de mantenerse fiel a sus orígenes, son muchos los factores que han hecho que se modifique la esencia de la misma. 
    La influencia mediática está alterando a pasos agigantados el pretendido gobierno del pueblo que los atenienses tenían en mente cuando hablaban de democracia. El manejo interesado de los medios de comunicación o la generalización en el uso de las redes sociales son nuevos factores que suponen un poder inmenso para dar forma a la opinión pública y, por lo tanto, influir en las elecciones y en la toma de decisiones. Y ese poder mediático tiene dueños.
    Es evidente que la polarización, la desinformación y la manipulación son amenazas constantes en este nuevo horizonte mediático, lo que pone en peligro la capacidad de los ciudadanos para acercarse a las urnas con un criterio propio sobre lo que van a votar. Y también es evidente que para recuperar el espíritu original de la democracia griega es esencial abordar estos desafíos. La transparencia, la educación cívica y la regulación de la influencia mediática y financiera en la política son fundamentales para restaurar la confianza en el sistema democrático. Es complicado, pero solo así podremos conseguir que la democracia vuelva a ser una herramienta genuina para el empoderamiento de los ciudadanos y la toma de decisiones colectivas informadas.

lunes, 6 de noviembre de 2023

Menos decibelios y más urnas

     Vivimos tiempos convulsos, rabiosos, de una hipersensibilidad enfermiza en la que todo lo que no nos encaja nos ofende y hay que intentar eliminarlo. Hablamos por ejemplo de aborto, de matrimonio homosexual, de violencia de género, de acogida de inmigrantes o de amnistía. Hay sectores de la población a los que estas cosas les ofenden tanto que quieren hacerlas desaparecer como sea. Y no es que los valores utilizados para defender posturas en contra tengan en sí nada malo. Probablemente descontextualizados esos argumentos sean dignos de tener en cuenta para un análisis. El problema surge cuando se emplean imperativamente, cuando el mundo se pretende que sea como uno quiere. 
        Desgraciadamente, a los que no les encaja algo o alguien, les parece obligatorio eliminarlos. A mucha gente no le encaja que Sánchez busque soluciones a la unidad territorial de España acercándose a los independentistas y por eso tratan de eliminarlo. “Hay que acabar con el sanchismo o Sánchez acabará con España”. 
        Éstos, que se consideran portavoces de amplios sectores de la población, ignoran que las ideas que pueden mejorar a la sociedad solamente fructifican con el atrevimiento, que la política obliga a dirigir, a tomar decisiones sin plegarse a demagógicas olas de un supuesto sentir popular y olvidan con sorprendente facilidad que en democracia las elecciones no se ganan por el nivel de decibelios de las voces indignadas que utilizan para insultar, desacreditar y tratar de eliminar a los adversarios. Por suerte, en democracia  son las urnas las que mandan.

domingo, 5 de noviembre de 2023

Una razón inesperada

    Estaba de nuevo ingresado. Esta vez concretamente en la habitación 214 del hospital Moncloa. Serían alrededor de las nueve y cuarto cuando terminé de asearme. Al abrir la puerta del cuarto de baño casi me tropiezo con la persona que entraba a hacer la limpieza de la habitación. Era una mujer de amplias proporciones, cuarenta y pocos años, estatura media y semblante serio aunque agradable. Saludo protocolario y alguna frase estándar acerca del trabajo. Nada más. Ella dirigió directamente el carrito hacia el fondo de la habitación para comenzar su tarea. Enfrascada de lleno en la labor, con aparente convencimiento y sin levantar la vista de la fregona que manejaba, dice: “Usted es filósofo, ¿verdad?” La frase permanece un buen rato flotando en la habitación. Me frena. El tono es rotundo, parece querer confirmar algo sobre lo que ella no tiene duda alguna.
    - ¿Y cómo sabe usted que soy filósofo?
    - ¡Hombre! Porque no habla usted como los demás.

sábado, 30 de septiembre de 2023

Tomárselo con filosofía

    El impacto psicológico que puede producir en el paciente la aparición del cáncer suele ser negativo: sensación de impotencia, de amargura, de tristeza, de aislamiento o de miedo. En mi caso, dicen los médicos y los amigos cercanos, que resulta admirable la forma que tengo de encarar este problema tumoral que ahora me ocupa y, en algunos casos, rematan la conversación sobre esta postura mía diciéndome que soy muy afortunado por saber en estas circunstancias tomarme las cosas con filosofía. 

    No estoy muy de acuerdo. No comulgo con esa idea de que ante un revés inevitable, cuando las cosas no son como a uno le hubiera interesado que fuesen adopte una postura de resignación para afrontarlas, ni que eso signifique que se lo tome con filosofía. Realmente la frase es comúnmente aceptada en nuestro lenguaje habitual, pero eso no quiere decir que sea una frase acertada. 

    Estoy convencido que una postura de ese tipo es producto de una forma de entender la vida, de una manera de afrontar los acontecimientos que la vida te va poniendo delante, pero no tiene nada que ver con la filosofía. Si algo no es la filosofía, es resignación. La filosofía puede ayudar a enfrentarse con serenidad a esos avatares de la vida, pero nunca supone renunciar. La filosofía no tiene nada que ver con tirar la toalla ni con la resignación.

viernes, 29 de septiembre de 2023

Pacificar o incendiar

    Perdido el tiempo Feijóo. Empeñado desde la casilla de salida en ser presidente sin los votos necesarios, ha querido aprovechar el tablero de juego para expandir terror a los cuatro vientos, su discurso del miedo como arma única para evitar que un gobierno frankenstein, filocomunista y proetarra ponga en marcha su estúpido afán conciliador con las corrientes separatistas. 

    Resuenan alarmas de guerra, sobrevuela el desastre, una hecatombe se acerca, Voces airadas advierten que la sacrosanta unidad terrritorial de España se rompe sin remedio desde el instante en que algo huele a amnistía en la lejanía. Cierto es que Sánchez lo tiene complicado pero tiene fe. Cierto es que el encaje legal y constitucional de una amnistía es controvertido por parte de los expertos, pero es la condición que piden Junts y ERC para apoyar la investidura del candidato socialista.

    No parece lo más razonable demonizar al contrario ni pensar que sean la policía o los tanques los que vayan a apaciguar la tensión independentista. Hacen falta otras propuestas, otro espíritu, poner encima de la mesa otras fórmulas más sensatas que los partidos conservadores no están en condiciones de ofrecer, propuestas regeneradoras, conciliadoras, tolerantes, que faciliten el diálogo reposado entre las partes para poder sintonizar en la búsqueda de posibles puntos de encuentro. ¿Amnistía y autodeterminación? Pues habrá que estudiarlo si lo que se intenta es pacificar y no incendiar.

miércoles, 20 de septiembre de 2023

El cáncer, la temperatura y el dios sol.

    No sé si hay que atribuírselo sin más al paso inexorable de las hojas del calendario por nuestra vida o realmente hay otros argumentos que lo justifiquen. En mi caso, quizás tenga parte de culpa la visita reciente que me ha realizado un vecino impertinente llamado cáncer. No lo sé. Lo cierto es que, además de otras muchas pequeñas variaciones corporales y funcionales, algo que ahora percibo claramente es mi mayor sensibilidad a todo lo relacionado con el tiempo atmosférico, con la temperatura exterior, con la climatología y fundamentalmente con el frío. Es como si a mi cuerpo se le hubiera estropeado el termostato y no consiguiese regular, filtrar o protegerse de los vaivenes del termómetro. Ahora la temperatura de mi cuerpo es más baja. Sabido es que los pacientes que nos encontramos bajo un tratamiento oncológico debemos extremar las precauciones y tener especial cuidado de no flirtear en exceso con la exposición solar. Hay que tenerlo presente. 

    En cualquier caso, me han comentado los médicos que estas leves hipotermias que sufro, entre 32 y 35°C, (que suelen  acompañarse de temblores) pueden tener relación directa con la administración de los fármacos que envenenan el cuerpo durante la quimioterapia, pero también se sabe que al ir haciéndonos mayores las cantidades de vitamina D que precisa el cuerpo ya no tenemos la misma facilidad para conseguirlas y hace que vayamos a buscarlas directamente al origen, a la fábrica, al sol. Sin saberlo, esa búsqueda intuitiva de sol nos proporciona bienestar y nos ayuda a mantener un sistema inmune fuerte contra cualquier organismo invasor. No hay que huir del sol pues es imprescindible para nosotros, pero sí mimar su incidencia.

    Ya hace 5000 años los egipcios no tenían más que palabras de agradecimiento y  adoraban a Ra, el dios del Sol, al que consideraban el creador de la vida. Por algo era. ¡¡¡Sabios egipcios!!!

lunes, 18 de septiembre de 2023

Dentro de cien años todos calvos

    Por alguna razón siempre he pensado que la imagen de una persona la conformaba fundamentalmente su alma, su esencia, la forma de afrontar la vida, la ideología, el pensamiento, el lenguaje, la educación, el respeto y las relaciones con el entorno, pero está claro —y ahora lo compruebo— que el aspecto, la vestimenta o el corte de pelo también forman parte de la identidad de los individuos. 

    Sí, claro, dentro de cien años todos calvos. No hay problema, se asume. Lo peor es cuando se concreta y se personaliza el dicho, lo peor es cuando no son cien años sino unas semanas y sobre todo cuando los calvos no son todos sino tú.

    Con la quimioterapia este distanciamiento de la propia imagen dura aproximadamente lo mismo que el tratamiento, pero el cambio es veloz y aunque la persona sabe lo que va a ocurrir, la extrema rapidez así como la manera en que ocurre la pérdida de cabello y vello corporal puede ser traumática.

    Yo me miro al espejo y veo que he perdido mucho pelo, se me cae a puñados, de la cabeza, de las cejas, del bigote y de la barba. No es que me preocupe ni que me haya sentido especialmente orgulloso a lo largo de la vida de mi aspecto con esos atributos capilares, pero me da la sensación de que este bicho me está robando, se está apoderando de parte de mi identidad sin mi permiso. Es verdad que aunque solo lo vea ante el espejo, mi imagen ha envejecido varios años en un trimestre.

    Pero bueno, no hay que dramatizar, gorrita en la cabeza y solucionado.

jueves, 14 de septiembre de 2023

De lo desconocido solo hemos de rechazar el miedo a conocerlo

    Dentro de unos días Feijóo sale a jugar la final de la Champions. Perdedor irremediable no ha tardado en sacar a sus reliquias sacras en procesión para calentar el ambiente y desde hoy mismo convoca ya a sus hooligans incondicionales para que traten de que su rival tampoco gane el partido de la investidura. El fracaso previsible –y reconocido por el candidato– así como la posible aunque complicada reelección de Sánchez, han encolerizado al ala más extrema del PP, avanzando con sus abanderados más potentes, Ayuso y Aznar, hasta la vanguardia de la contienda. El candidato frustrado insiste en su estrategia de deslegitimar a las instituciones del Estado y arremete preventivamente contra el Tribunal Constitucional, además de convocar actos en la calle para eclipsar su derrota anunciada. 
    Previamente lo ha intentado todo. Después de haberse pasado cuatro años llamándole asesino, separatista, filoetarra y socialcomunista con el que había que acabar por el bien del país, ha tratado de camelar a Sánchez para que le aplauda en su paso hacia la presidencia. También ha intentado a la chita callando comprar desde la teletienda y sin ningún convencimiento los votos del golpista fugado Puigdemont. 
    Desgraciadamente éstas son las nuevas armas dialécticas. La razón ya no es lo importante en nuestra toma de decisiones. Hoy los influencers mediáticos buscan éxitos en otros nichos, alejados del debate y del análisis de los argumentos adversarios, Dos de las habilidades estrella que se utilizan son las prisas y el miedo. 
    El prófugo catalanista exige una amnistía por adelantado para empezar a negociar la investidura de Sánchez, sin haberse siquiera frustrado todavía la de Feijóo. La gente salta contra el sanchista Sánchez que quiere vender España a cambio de residir unos años más en la Moncloa. Temen que sea el principio del fin de la España que hizo una, grande y libre el dictador ferrolano. Incluso dentro del mismísimo PSOE lo consideran un precio demasiado alto, sin conocerse ni los términos de la hipotética amnistía que exige el quijote separatista de Waterlóo. 
    Por un lado se habla de una amnistía más que dudosamente asumible dentro de la Constitución, por otro de la necesidad de avanzar en el complicado ajuste del espinoso problema catalanista. Delicado dilema. Difícil de digerir, No es extraño. Por inercia, a la hora de elegir siempre tendemos a aceptar mejor y con mayor facilidad aquello que conocemos y a menospreciar lo que se nos presenta como ajeno. El rechazo a lo nuevo sin un análisis crítico, ese “mejor malo conocido que bueno por conocer”, pone trabas al conocimiento, abre caminos a la decisión irracional. De lo desconocido solo hemos de rechazar el miedo a conocerlo. 
    La necesidad de una encaje estable de Catalunya en el Estado es algo imprescindible, algo que no se puede poner en cuestión. Pero los hechos han demostrado que no parece ser el artículo 155 la forma más adecuada para lograrlo. Sin embargo y pese a quien pese, este sanchismo anticonstitucionalista  con el que hay que acabar, ha logrado con armas menos policíacas  que el Partido Socialista de Cataluña haya sido el partido más votado en las últimas elecciones. Sin tanques.
    Es cierto que el siempre imprevisible y correoso Sánchez ha asegurado –aunque no se sabe cómo– que hay posibilidades de llegar a ese acuerdo que permitiría la formación de un gobierno progresista, pero no es menos cierto que todo el gobierno en funciones asegura que cualquier propuesta tiene que ampararse al abrigo del paraguas constitucional.
    No hay que tener miedo ni prisas. Esperar es de sabios. El resultado lo sabremos cuando el Congreso pite el final del partido.

jueves, 31 de agosto de 2023

La felicidad y el cáncer

    La felicidad concebida como meta no es solo un error, sino que, además, es algo totalmente utópico. Esa felicidad permanente es mentira. No existe. La vida es una sucesión de circunstancias varias que se mueven en un caos absoluto, con todo el vértigo que eso conlleva. Y tiene que ser así. 
    No sé quién, pero algún famoso pensador dijo que los únicos momentos felices que vivimos son aquellos en los que somos conscientes de nuestra despreocupación por el pasado y por el futuro. Estoy totalmente de acuerdo. La irrupción del cáncer en nuestra vida suele ser motivo de infelicidad porque habitualmente nos incorpora una continua preocupación por el futuro y una angustia nos invade al imaginar que el mañana se nos atraganta. Es necesario tratar de controlar cómo reaccionamos a los infortunios. 
    Cada instante de nuestra vida se encuentra amenazado por una espada de Damocles, por tanto, estar obsesionado por si caerá o no, nos produce una infelicidad suprema. Todos traemos una fecha de caducidad incorporada de fábrica, pero el minutero de la vida seguirá dando vueltas mientras tenga cuerda. Es verdad que todo termina por consumirse, pero mientras no lo haga podemos seguir apreciando todo lo importante, todo lo que tiene valor y que no se puede comprar ni vender. Consigamos que nuestra vida sea lo único que deba importarnos. 

miércoles, 16 de agosto de 2023

Cuando 73 años y un cáncer te acompañan

    Cuando uno tiene 73 años y cáncer se asoma al vacío y observa con atención el regalo de la vida. Sí, siempre lo es, pero atontados bajo el paraguas de la rutina solo nos damos cuenta cuando estamos metidos de lleno en la boca del lobo. 
    Es cierto que cuando tienes cáncer aprendes a caminar con soltura y sin prisas por el borde del abismo. Si además tienes 73 años percibes que cada segundo es un mundo nuevo al que te asomas, una eternidad a disfrutar en plenitud sin perder el equilibrio. 
    Cuando uno tiene 73 años y cáncer teme la visita de la parca. Aunque el horizonte siga siendo el mismo ya nada se ve igual. Cualquier paso desacompasado suena a estridencia, a chirriante música tóxica: una diarrea, un catarro o una jaqueca pueden interpretarse como una llamada traicionera al precipicio.
    Al mismo tiempo el cáncer es un gran educador que nos enseña el inmenso valor de cada amanecer o que el tiempo es un caudal milagroso que se escurre sin remedio. Con este maestro sabio aprendemos pronto a leer los gestos apagados, a disfrutar de los rincones escondidos del calendario y a querer con más sentido a las personas que amamos. 
    No, no es poco lo que descubre tu diario cuando 73 años y un cáncer te acompañan. 

miércoles, 5 de julio de 2023

La ignorancia como arma política

La pancarta lo dice todo. A estas alturas del siglo XXI seguimos igual, la ignorancia y la falta de ética no han dejado de campar a sus anchas y la barbarie de la extrema derecha no ha dejado de amenazar y corromper los valores morales de la convivencia. ¿Cómo es posible que en una época en la que la ciencia y la razón disponen de la máxima capacidad de divulgación sigamos viviendo en un mundo dominado por la falsedad, el aturdimiento, la imposición, el negacionismo o la superstición? ¿Cómo es posible que en la era de la intercomunicación global la sensatez y la cultura se eclipsen mientras las ocurrencias malvadas y los productos comerciales más banales se adueñan de la esfera pública? ¿Cómo es posible que cuando todo el mundo tiene a su alcance la razón científica continuemos asistiendo sin inmutarnos a agresiones, despropósitos y descalificaciones banales? En las políticas educativas impulsadas por la extrema derecha el conocimiento, el raciocinio y la ciencia se ven desbancados por la superstición religiosa, las morales arcaicas y  la mal llamada tradición. Hoy no vale enarbolar banderas alternativas para mejorar la ética o lograr la liberación de la ignorancia. Hoy, como ayer, la herramienta útil para eliminar el arma de destrucción masiva de la estupidez y el fanatismo es la educación. Invertir en educación es la única política seria que conseguiría que la ciencia y la razón subordinasen al fanatismo e imperasen en la sociedad. 

jueves, 15 de junio de 2023

Estoy de cumple

    Hoy cumplo setenta y tres años. No sé si son muchos años pero me encuentro muy bien. Es verdad que las arrugas van invadiendo mi cuerpo y las barbas se me han quedado canas, que he sustituido el vino en las comidas por un revuelto de medicamentos variados, que mi masa muscular se encoge sin permiso cada día, que ni quiero ni me acuerdo ya de presumir de potencia sexual y que, además, tengo cáncer. Quizás son razones más que sobradas para pensar que ya no soy lo que era. Y es verdad. Pero no lo añoro. Me gusta mucho este yo de ahora y lo disfruto. Sé que tengo que decirlo bajito pero, sea por inconsciencia, por inocencia o por falsa ilusión, lo cierto es que tengo la sensación de que me encuentro en el mejor momento de mi vida.

lunes, 5 de junio de 2023

Ahora veo mejor

    Puede parecer extraño pero desde que sé que tengo cáncer veo mejor. Ahora he comprobado que sin apenas darnos cuenta las rutinas van produciendo un estrés visual en el alma y esta neuralgia anímica nos empaña tanto la visión del día a día que hace imperceptible lo bueno, lo justo y lo bello que siempre encierra lo cotidiano. 
    Sin embargo, desde que te anuncian que tienes un cáncer todo lo que transcurre a tu alrededor se hace más intenso, más definido, mejora notablemente la agudeza visual de las entrañas. A partir de ahí despejas con facilidad las dudas, esquivas lo que carece de importancia, percibes en toda su intensidad la forma, el volumen y el color del cariño que te rodea, te das perfecta cuenta de las cosas que tienes que sortear porque te entorpecen y no te interesan, enfocas con nitidez las labores que te ocupan y recuperas definitivamente el gusto por lo sencillo. Es como si con la fatídica noticia viniesen de regalo unas gafas graduadas para tus sentimientos más íntimos. Yo al menos, tanto de lejos como de cerca, veo mucho mejor. Es como si me hubiesen operado el corazón de cataratas. 

viernes, 26 de mayo de 2023

La incertidumbre y el cáncer

    El azar incomoda, es algo que tememos aparezca en nuestras vidas. Ahora me han descubierto un cáncer y nosotros no hemos sido educados para la incertidumbre. Cualquier imprevisto descoloca nuestro orden aparente e introduce un conflicto  incómodo en nuestras teóricas y balsámicas certezas, aunque seguramente no deberíamos temer tanto que nos remuevan los esquemas, que algún suceso azaroso haga tambalear los cimientos de nuestra apacible y estancada existencia. No tiene por qué ser malo que todo lo que creíamos seguridad o certeza se escabulla por las fisuras del sólido muro defensivo de convencimientos que nos habíamos construido para dar estabilidad a nuestros días. 
    El azar nos descoloca pero a la vez sacude esa monotonía relajada que habíamos ido atesorando y nos devuelve al vértigo de un presente que se mueve, que palpita. Puede que ese imprevisible azar nos traiga una realidad aterradora, puede que nos paralice su presencia y que pretendamos huir despavoridos pero, a pesar de ello las incertidumbres son sanas, nos abren los ojos, nos ayudan a desvelar de nuevo la vida y a valorar aquellas maravillas que antes quedaban silenciadas en nuestra acomodada existencia.

martes, 16 de mayo de 2023

Que sea el cuerpo el que piense

    Por lo que he ido sabiendo, la primera sesión de quimioterapia suele ser inquietante para mucha gente, miedo al dolor y a los posibles efectos secundarios, nervios por lo que pueda pasar y ansiedad por saber cómo se va a afrontar el trago. El desconocimiento genera mucha inquietud. También se sabe que las reacciones son diferentes en cada persona y en cada caso. 
    Cada uno tenemos un cuerpo y una manera diferente de afrontar la vida. En mi caso estoy convencido de que la manera en la que afrontamos estos episodios de dolor (físico, emocional o espiritual) es la misma manera en la que hemos decidido vivir. Y viceversa: nuestra vida está totalmente condicionada por la forma en que afrontamos estos episodios especiales. Yo me he ido convenciendo de que lo más saludable para vivir sin miedo es irse tomando las cosas como vienen, con calma, hay que frenar el desboque de la cabeza ante los acontecimientos –tanto las favorables como los adversos– y dejar que sea el cuerpo el que piense, el que sienta, el que nos vaya dando las pautas. 
    La receta sería  sencilla: evitar que el sosiego y la tranquilidad nos abandonen inmediatamente ante cualquier inconveniente; aunque nuestra natural impaciencia quiera cortarnos de raíz esa medicina natural, dejar que sea el tiempo el que decida cómo lo vamos a pasar. El temor a males futuros no puede condicionar nuestro presente. Si vienen ya aprenderemos a lidiar con ellos. Y si nunca suceden, para qué angustiarnos.

domingo, 14 de mayo de 2023

Amigos de oro

    Desgraciadamente la palabra amistad se usa con poco rigor, tendemos a banalizar su significado más profundo y la utilizamos con una ligereza que confunde su sentido. Hoy, que se da carácter de sólido a todo lo superficial, lo ligero, lo intrascendente o lo instantáneo, salimos a tomar unas cañas con alguien, nos reímos, nos caemos bien y ya consideramos que somos amigos. Pero la amistad, como otras tantas cosas que importan en la vida, hay que cocinarla con mimo y a fuego lento. Un amigo no es un compañero ni un colega, un amigo es aquel del que aprendes a ser mejor, al que acudes cuando necesitas calor, un refugio seguro. 

    Cuando la vida se retuerce, cuando los días amargan y las desdichas acechan eres más consciente de cómo sientes a la gente que te rodea. Yo siempre he estado convencido de que tengo una gran fortuna por estar rodeado de amigos de oro, amigos apasionados de lo bello, de lo justo y de lo honesto, amigos con los que me gusta compartir, aliarme, amigos a los que admiro por su forma de entender la vida, pero sobre todo amigos que me hacen crecer con sus palabras de aliento y amigos cuyo cariño hace que la adversidad sea menos cruel. ¡Os quiero, amigos!

martes, 2 de mayo de 2023

Has decidido venir a por mí

    Has decidido venir a por mí. Sin razones me has puesto en tu punto de mira. Te has propuesto acabar conmigo porque sí. Me has sentenciado caprichosamente. Como a todos los que enfilas a escondidas para propinarles ese mazazo traicionero capaz de aniquilarlos, como a todos los que espías en silencio para poder asestarles ese navajazo por la espalda que les derrumbe para siempre. 

    Has decidido venir a por mí. Pero eres muy cobarde, no has sido capaz ni de decírmelo a la cara. Miserable. Te he tenido que perseguir para que cantaras. Te he tenido que ir a buscar a tu escondite para descubrir tus intenciones ocultas. He tenido que adentrarme en esa caverna oscura en la que llevas tiempo atrincherado esperando la oportunidad de poder machacarme. Esperabas poder presentarte sin avisar, hacerte ver cuando ya fuera tarde para reaccionar. Ni una oportunidad, ni una mísera advertencia de tu presencia y tus intenciones. 

    Pero esta vez te ha salido mal. Que sepas que no vas a conseguirlo fácilmente. Que sepas que ahora que te he descubierto, no me asustas. Que sepas que pienso plantarte cara. Aunque sea lo último que haga. Pienso aferrarme a lo que queda. Pienso exprimir las estadísticas por ínfimas que sean, como se apura el último sorbo de agua en mitad del desierto, como se estiran hasta el infinito los minutos cuando uno está disfrutando del amor, del amanecer o del paisaje. 

        Pero sobre todo, que sepas que no estoy solo. Ni ahora ni nunca. Ni antes ni después. Tengo un ejército que me respalda. No te bastará con someter mi organismo, tendrás que aniquilar también el ánimo y la potente energía positiva de mucha gente que está a mi lado, gente insumisa, insometible, rebelde y tenaz que ha querido acercarse a defenderme de tus amenazas, gente con convicciones, difícil de doblegar, gente que me quiere sin tapujos. Y querer de verdad significa sufrir lo que se ama y amar lo que se se sufre. Lo tienes crudo. Vas a tener que luchar a muerte. Somos muchos, preparados y muy unidos.

    Has venido a por mí y puede que al final lo consigas pero no podrás eliminarme. No conseguirás arrebatarme todo el cariño que me ha hecho sentir la gente que me quiere, no conseguirás eliminar lo orgulloso que estoy de mis acciones, lo feliz que siempre he sido mirando sin miedo al horizonte, la tranquilidad que me ha aportado haber aprendido a vivir sin prisas y sin trampas, el placer de haber podido contribuir a que algunas personas sonriesen o la satisfacción que me produce no haber hecho daño. Son algunas de las cosas de las que no te podrás apoderar. Son intransferibles. Me las llevo puestas.

miércoles, 19 de abril de 2023

A Serrat le he creído siempre

 
   Hoy la alarma de la bomba de perfusión (¡vaya nombre para un cacharrito cuya misión es administrar medicamentos!) me despertó con una inoportuna estridencia sonora a las 06:19 para anunciarme que ya había terminado de inyectarme los antibióticos. El día se veía lejano todavía. Desde mi cama, la ventana de la habitación hacía las veces de marco para una pintura emborronada de grises. Me molestó aquella temprana agresión sonora aunque pensé que no me resultaría complicado recuperar el sueño. Pero no fue así. 
    Por suerte poco a poco comenzó a dibujarse el nuevo día y yo a maravillarme ante el espectáculo único de ver cómo el sol va desperezando los colores uno a uno para que cada cual se disponga a ocupar su lugar en la obra que va a estrenar. (“Tú enciende el sol, tú tiñe el mar, tú descorre el velo que oscurece el cielo, y tú, ve a blanquear la espuma y la nube, la nieve y la lana, y tú, conmigo a cantar la mañana“). 
    La escena se enriquecía con tonos cada vez más intensos y el panorama, con la inclusión de madrugadores trinos delicados, fue adquiriendo un tono sagrado de música celestial para anunciar el estreno de la nueva mañana. Un lujo, una maravilla. 
    Me quedé algo aturdido pensando que estamos tan ocupados con nuestras rutinas, con nuestras preocupaciones diarias que nos olvidamos de levantar la mirada y disfrutar de la inmensa belleza gratuita que nos rodea. 
    Entró la doctora en la habitación para confirmarme que el tumor que obstruía el paso de la bilirrubina había sido el causante de mi envenenamiento. Por suerte yo ya había descubierto que mañana Serrat también tendrá en cuenta mi tumor cuando ponga a todo el mundo en movimiento para que pueda nacer un nuevo día. Me lo dijo él personalmente: "Todo esta listo, el agua, el sol y el barro, pero si falta usted no habrá milagro". Y yo a Serrat le he creído siempre. No faltaré.

martes, 21 de marzo de 2023

Tener el valor de ser felices

    Por los caminos que hay que recorrer en nuestro empeño por subsistir adecuadamente, tenemos que encontrarnos de frente con las razones que nos pueden ayudar a comprender cómo estar contentos con nosotros mismos. 
    Es cuestión de charlar con ellas, de escucharlas e incluir en la conversación un diálogo encaminado a lograr la eliminación de los traumas que nos impiden avanzar para desarrollar todo nuestro potencial. 
    Hay que identificar esas trabas dañinas y echarlas fuera de nuestro camino. Se pueden presentar en forma de miedos, envidias, rivalidades, religión o egoísmo, pero da igual, si son dificultades añadidas para encontrar la tranquilidad que nos ayude en nuestra búsqueda de la felicidad, tenemos que desterrarlas de nuestras vidas vengan de donde vengan y se llamen como se llamen. 
    El gran objetivo es madurar, liberarnos de las cadenas que sin razones intentan agarrotarnos, para así, sin ataduras, poder experimentar a pleno pulmón la vida y encontrar más fácilmente el valor que nos hace falta para ser felices. 

viernes, 20 de enero de 2023

Se prepara un asalto al Congreso

    Algunos demócratas biempensantes entienden que con los resultados electorales no se consigue que España avance en la dirección correcta y buscan por medio de otras fórmulas alcanzar sus objetivos. Ahora han sacado al muñeco antiabortista de Mañueco, antes fue López Miras con el teléfono intrafamiliar para eliminar la violencia machista, o Ayuso financiando programas antiabortistas en su lucha por salvar vidas. 
    Está bien, es verdad, son leyes aprobadas por el Parlamento y en principio las leyes en democracia hay que respetarlas, pero en este caso emanan de un gobierno ilegítimo coaligado con separatistas, bolivarianos y proetarras que las invalidan. Todo el mundo sabe que lo sensato es estar en contra del divorcio, del matrimonio homosexual, del feminismo y del aborto, pero –no hay duda– las urnas esta vez se equivocaron. Como pasó con Trump y con Bolsonaro. No hay más remedio que preparar un asalto al Congreso para reconducir la situación y llevar de nuevo al país por el buen camino, la senda clasista, homófoba y machista que el franquismo nos había marcado. Tanto los norteamericanos como los brasileños ya lo han hecho. Ellos son ejemplares, no vamos a ser menos.

Ciudades deshumanizadas

Regresamos a Madrid. La vuelta a la gran ciudad después de unos días de disfrute de la naturaleza en Galicia resulta cada vez más triste. La...