
Creo que el sistema educativo, que tantas reformas innecesarias soporta, está obligado a incorporar en los colegios una materia enfocada a afrontar las contradicciones. Desde la más tierna infancia deberían de educarnos para no ser tan crédulos como para aceptar por bueno todo lo que se pone ante nosotros, ni tan escépticos como para pensar que todo lo que nos dicen es mentira. Necesitamos con urgencia una asignatura que nos ayude a enjuiciar adecuadamente los nuevos conocimientos que adquirimos, algo que nos permita, sin estar magistralmente dotados a nivel intelectual, distinguir entre lo verosímil y lo increíble. Cada vez nos hace más falta.
No hay comentarios:
Publicar un comentario